La ciática es una de las causas más comunes de dolor lumbar y de pierna en adultos. Se caracteriza por un dolor que recorre el trayecto del nervio ciático, desde la parte baja de la espalda hasta el pie, y puede venir acompañado de hormigueo, debilidad o entumecimiento. Aunque el dolor puede ser intenso, la mayoría de los casos mejoran con fisioterapia especializada y ejercicios adaptados.
En CamináRe, clínicas de fisioterapia en Guadalajara, tratamos cada semana a decenas de pacientes con ciática. Lo más importante que aprendemos de ellos es que muchos llegan después de semanas de reposo, medicamentos o ejercicios mal realizados. Por eso, hoy te explicaremos qué sí hacer y qué evitar si estás enfrentando dolor ciático, para que tu recuperación sea más rápida, segura y duradera.
¿Por qué se produce la ciática?
El nervio ciático puede irritarse o comprimirse por varias causas, siendo las más frecuentes:
- Hernia de disco lumbar: uno de los discos entre las vértebras se desplaza y presiona el nervio.
- Síndrome del piramidal: un músculo del glúteo tenso atrapa el nervio ciático (común en deportistas o personas sedentarias).
- Estenosis lumbar: el canal espinal se estrecha, generando compresión nerviosa.
- Lesiones posturales o sobreesfuerzo: levantar peso sin técnica o pasar horas sentado puede ser suficiente para desencadenarla.
Cada una de estas causas requiere un abordaje distinto, pero en todos los casos la fisioterapia es la primera opción de tratamiento recomendada por los expertos en rehabilitación física.
Lo que sí debes hacer si tienes ciática
Mantente en movimiento (pero con cuidado)
Uno de los errores más comunes es creer que el reposo total ayuda. De hecho, permanecer en cama más de dos días puede agravar la rigidez muscular y el dolor.
El movimiento suave, guiado por un fisioterapeuta, ayuda a mantener la circulación, liberar tensión y reducir la presión sobre el nervio.
En nuestras clínicas de fisioterapia en Guadalajara recomendamos movilizaciones controladas de columna, estiramientos suaves y ejercicios de neurodinamia que ayudan al nervio a deslizarse libremente.
Fortalece el core y los glúteos
La zona abdominal y los glúteos actúan como soporte natural de la columna lumbar.
Cuando estos músculos están débiles, el peso recae directamente sobre las vértebras y el nervio ciático.
Por eso, dentro de tu tratamiento de fisioterapia para ciática, no pueden faltar ejercicios como:
- Puentes de glúteo
- Plancha abdominal
- Bird-dog (extensión cruzada)
- Sentadillas controladas con peso corporal
Estos ejercicios no solo alivian el dolor, sino que previenen futuras recaídas.
Usa calor en lugar de frío
Durante los primeros días de dolor agudo puede ser útil aplicar hielo, pero cuando el dolor es muscular o crónico, el calor es tu aliado.
El calor mejora la irrigación, relaja la musculatura lumbar y facilita los movimientos. En fisioterapia, usamos compresas térmicas o hidroterapia en tanque terapéutico, ideal para reducir la rigidez sin impacto.
Acude a fisioterapia lo antes posible
Mientras antes empieces tu tratamiento, más rápida será la recuperación.
Un fisioterapeuta especializado evaluará tu postura, tu movilidad y la causa exacta del dolor. En CamináRe, además del tratamiento manual, utilizamos tecnologías avanzadas como:
- Electroterapia analgésica y TENS.
- Terapia miofascial.
- Neuromodulación y punción seca.
- Ejercicios McKenzie para descompresión discal.
El tratamiento se adapta a tu nivel de dolor y condición física, asegurando resultados sostenibles y seguros.
Lo que debes evitar si sufres de ciática
Evitar el reposo prolongado
El reposo total retrasa la recuperación y debilita los músculos que sostienen la espalda. Aunque puede parecer que al descansar “se calma el nervio”, en realidad el cuerpo se vuelve más rígido y sensible al movimiento.
No automedicarte
Los antiinflamatorios o relajantes musculares pueden aliviar temporalmente, pero no corrigen la causa. Además, el exceso de fármacos puede generar efectos secundarios como gastritis o fatiga muscular.
No hacer ejercicios sin supervisión
Internet está lleno de “rutinas para el dolor ciático”, pero no todas son seguras.
Un movimiento mal ejecutado puede aumentar la presión en el nervio. Siempre consulta a un fisioterapeuta para asegurarte de que los ejercicios sean adecuados a tu diagnóstico.
Evitar las malas posturas
Pasar muchas horas sentado con la espalda curvada o usar calzado inadecuado puede agravar la compresión del nervio.
La fisioterapia postural incluye reeducación ergonómica y consejos prácticos para trabajar o conducir sin dañar la espalda.
Fisioterapia en Guadalajara: tu aliada contra el dolor ciático
En Clínicas de Fisioterapia CamináRe, nuestro enfoque se basa en tres pilares:
- Diagnóstico funcional: entender cómo se mueve tu cuerpo y qué estructuras están afectadas.
- Tratamiento activo: usar técnicas manuales y ejercicios terapéuticos personalizados.
- Prevención: enseñarte cómo evitar que la ciática regrese mediante educación postural y fortalecimiento muscular.
Además, contamos con hidroterapia en tanque terapéutico, una de las herramientas más efectivas para rehabilitar sin impacto. Este método utiliza las propiedades del agua —flotabilidad, presión y temperatura— para reducir el dolor, mejorar la movilidad y acelerar la recuperación.
Conclusión
La ciática puede limitar tu vida, pero con el tratamiento correcto puedes volver a moverte sin miedo ni dolor.
Evita el reposo prolongado, fortalece tu cuerpo y busca apoyo profesional. En CamináRe, nuestro equipo de fisioterapeutas en Guadalajara está listo para ayudarte con un plan adaptado a ti, ya sea que necesites aliviar el dolor o recuperar la movilidad completa.
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